Desde siempre, los habitantes de este territorio han extraído de sus garrigas y “secarrales” su fuente de alimentos, especias, combustible, materias primas para la elaboración de medicamentos, armas y herramientas.
La actual gastronomía mediterránea poco tiene que ver, al menos en cuanto al aroma y sabor, con la de la Edad Media donde no existían la mayoría de las especias que se usan hoy. Antes de la aparición de las Anilinas las prendas de vestir eran de colores pardos o verdes. Las plantas se destilaban para extraer sus aromas y principios activos, otras se empleaban como yesca para encender fuego, de otras se extraía lejía para lavar y hacer jabones, muchas plantas han sido utilizadas para elaborar herramientas y utensilios perfectamente funcionales aún, sin necesidad de sofisticadas tecnologías.
